En el Día para la Erradicación de la Pobreza representantes de asentamientos informales dicen presente en la inauguración de Hábitat III

QUITO I “Estamos aquí para que los asentamientos informales hagan parte de Hábitat III”, explica Luisa Polo, lideresa de un asentamiento informal de Perú durante la presentación de la organización TECHO. La exposición forma parte de la inauguración del evento oficial de la Tercera Conferencia sobre Vivienda y Desarrollo Urbano Sostenible.

 

En la exposición sobre La realidad de los asentamientos informales en América Latina, en el marco del Día para la Erradicación de la Pobreza, la organización TECHO presenta las grandes deudas pendientes con las que la región recibe Hábitat III: América Latina es la más urbanizada, 80% de la población vive en ciudades, y la más desigual. Y de esa combinación se conforma la cifra que establece que más de 104 millones de personas que viven en zonas urbanas, residen en asentamientos informales, según ONU-Hábitat. En la presentación, el equipo de TECHO destaca que este marco ha establecido que el 60% del hábitat del Sur Global es producido socialmente mediante acciones de subsistencia, resistencia y transformación.

Los estudios que la organización ha realizado en nueve países de América Latina le ha permitido profundizar en esta realidad para identificar que en el Pacífico Urbano de Nicaragua, donde se caracterizaron 402 asentamientos informales, el 70% de las organizaciones comunitarias expresan haber participado en acciones de incidencia, destacando la participación en Cabildos (68%). El relevamiento nacional de Costa Rica, que arrojó un total de 394 asentamientos, permitió reconocer la diversidad de organizaciones comunitarias presentes en los asentamientos; así como en el área metropolitana de Asunción, Paraguay (405 asentamientos caracterizados) donde la comisión vecinal es el tipo de organización más frecuente, al alcanzar el 84,1% de los asentamientos. En Argentina (1.834 asentamientos caracterizados, en el territorio donde vive el 60% de la población nacional) los tres principales aspectos positivos que destacan las comunidades son la tranquilidad, unión entre vecinos y el progreso del barrio.

“América Latina está presente y seguimos en la lucha para mejorar la calidad de vida de las comunidades”, expresó Polo.

Mientras tanto, Juan Pablo Duhalde, director de áreas sociales de TECHO explicó que la ausencia de diagnósticos territoriales sobre asentamientos informales a nivel nacional y regional “es cómplice de la invisibilidad e incomprensión sobre esta realidad”. “En los asentamientos convergen las grandes problemáticas de las ciudades, que incluso se exacerban”, manifestó.

De esta manera, los estudio permitieron reconocer en los últimos cinco años en Chile (660 asentamientos caracterizados) el incremento de 27.370 (2011) familias que viven en campamentos a 38.770 (2016); que en el Pacífico Urbano de Nicaragua el 90% de los asentamientos se encuentran en zonas de alto riesgo, no aptas para la vida; y que en Bogotá, Colombia (125 asentamientos caracterizados) el 65% de los asentamientos informales cuenta con población desplazada.

Para Luis Bonilla, director operativo de TECHO Internacional, es importante “escuchar a quienes están en el territorio, que son los más innovadores”. Muestra de este esfuerzo es la recolección de 1.309 firmas de líderes y lideresas de asentamientos informales de diecinueve países de América Latina, al pronunciamiento que cien de ellos elaboraron durante el Encuentro Latinoamericano de Líderes Comunitarios que se realizó en México en 2015.

“Buscamos tener una ciudad digna, donde tengamos viviendas dignas, agua, desagüe, servicios básicos, educación para nuestros hijos”, señaló Polo como resumen del pronunciamiento. A lo que Duhalde remarcó la necesidad de “transformar las sociedades de privilegios en sociedades de derechos”.

Link al pronunciamiento: https://issuu.com/techo_org/docs/2015_ellc_pronunciamiento-esp