La cuarentena es una medida de clase

Hace 15 días hemos visto cómo la pandemia llamada Covid-19 se ha tomado la agenda, con la cual se ha decretado toque de queda a nivel nacional; cuarentena en algunas comunas de la RM y en otras regiones; cordones sanitarios y también hemos tenido que lamentar 12 personas fallecidas a la fecha. 

Sin embargo, es preocupante la situación que viven muchas personas que no pueden dejar de trabajar; quienes atienden en los supermercados, vendedores ambulantes, trabajadores de la construcción y todos aquellos quienes son el soporte para darnos los servicios primarios. Porque es necesario decir que la cuarentena es una medida de clase, solo algunos privilegiados pueden “teletrabajar” y recibir un sueldo a fin de mes sin la incertidumbre de si contar con ese dinero o no.

Esta es la realidad que están viviendo miles de familias en nuestro país y aún más brutal… muchas de ellas no cuentan con agua ni electricidad, ¿se imaginan llegar a casa bajo esas condiciones y además estar en inminente riesgo de contagio? Hoy las familias de campamentos no cuentan con servicios básicos ni con una casa adecuada para poder cumplir con medidas de precaución, distanciamiento social e higiene para evitar el contagio del coronavirus. Y si bien esta pandemia no distingue a quién contagia, con esta emergencia sanitaria, una vez más, queda en evidencia la profunda desigualdad y gran vulnerabilidad que enfrentan miles de familias que viven en estos asentamientos. Lo que para unos es exclusión, para otros es un privilegio.

Por ejemplo, en la región de Antofagasta, hay más de 7 mil familias en 79 campamentos que no pueden escoger si lavarse las manos o no porque dependen injustamente de camiones aljibes o de conexiones irregulares para abastecerse de agua potable. La urgencia es permanente, a menos que hagamos algo en conjunto para revertirlo.

Según el catastro de campamentos del MINVU del 2019, el 92% de las familias de campamentos no cuenta con acceso formal a agua potable; casi el 20% vive en condiciones de hacinamiento, entonces, con esta información a disposición: ¿cuál es el plan del Estado para que esas familias puedan protegerse de esta pandemia? ¿Qué medidas se implementará desde el Ministerio de Salud y el Ministerio de Desarrollo Social para no lamentar muertes una vez más de las personas de los grupos más vulnerados de nuestro país? 

Javier Cifuentes Silva

Director de TECHO-Chile en la región de Antofagasta