Tecnología al servicio de la sociedad

Los avances tecnológicos no solo están ahí para aportar, aún más, al mundo virtual. En el último tiempo ha quedado en evidencia que poner estos al servicio de la sociedad debería ser una de sus grandes virtudes.

Existen diversas entidades que se han organizado para poder trabajar de manera conjunta estos dos aspectos. Un ejemplo de ello es la iniciativa “Desarrollando América Latina”. Estos convocan a profesionales y aficionados para crear soluciones tecnológicas a problemas en educación, salud, seguridad, pobreza y, en general, problemas sociales que afligen a una comunidad. Chile, Argentina, Brasil, Uruguay y México son algunos de los países que participan en el desarrollo de estas aplicaciones.

Iniciativas como esa no solo permiten acercar las dificultades del mundo social al digital, a su vez están en la búsqueda de justicia, ¿por qué se habla de justicia? Justamente debido a que, para alcanzar sociedades más democráticas, la información es clave. Al existir información, con acceso reducido a algunos grupos -políticos, economistas, profesionales- se produce una falta de transparencia en las comunidades. Esa que no permite la participación colectiva para generar cambios.

En este sentido, han surgido ciertos proyectos que buscan dar un vuelco a esta situación. La Fundación Ciudadano Inteligente, organización no gubernamental, es una de las que se ha sumado a este desafío. Su misión la definen como aquella que busca fortalecer la democracia y reducir la desigualdad en América Latina, ¿cómo lo hacen? A través del desarrollo de tecnologías que han logrado transparentar información que se creía no tener entrada a ella, consolidando el derecho de acceso a la información pública. Con ello han logrado fomentar la participación ciudadana, para que una vez entendido el tema la persona sea capaz de tomar decisiones.

A esto se le llama datos abiertos, es decir, la información queda disponible para que cualquier persona pueda utilizarla y generar a partir de eso una nueva mirada. El hecho de que estos se encuentren disponibles, logra acercar a la sociedad y la tecnología.  Así, ambos irán en busca del bien común, ayudando a encontrar soluciones en comunidad, soluciones que vayan en busca, por ejemplo, de la superación de la pobreza.